Frente de Pueblos en defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, México nos visita a la plataforma GÜEÑES BIZIA y la asociación ZALLA BAI en Zalla para dar testimonio del atropello medioambiental que están viviendo. También denuncian que los intereses económicos por encima de la población: “Primero el capital, luego la Comunidad”
El pasado viernes 13 de marzo de 2020 desde la Plataforma Güeñes Bizia y la asociación ZALLA BAI tuvimos la oportunidad de conocer y compartir con los integrantes del Frente de Pueblos en defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, México su lucha contra el Proyecto Integral Morelos (PIM). Los representantes que nos visitaron fueron Teresa Castellanos, Samantha César y Juan Flores desde el Frente de Pueblos junto a dos representantes de OMAL –Observatorio de Multinacionales en América Latina- y de Paz con Dignidad, Julia Martí y de Ekologistak Martxan, Maitane Arri, quienes ejercían de anfitrionas en su paso por Bizkaia.
El Proyecto Integral Morelos (PIM) es un proyecto que nació en el año 2009 y que comprende la construcción de dos centrales termoeléctricas, un gasoducto de 150 km. con la instalación de una línea eléctrica de 20 km. y un acueducto de 10 km. Por la amplitud del terreno que abarca el proyecto y por la proximidad del mismo al volcán Popocátepetl, el impacto ambiental para la tierra, el agua y los habitantes de la zona es más que evidente y no se ha tenido en cuenta. Además del riesgo de actividad del volcán Popocatéptl, entre los posibles peligros están el de deslizamientos de laderas, riesgo químico por posibles explosiones o incendios generados por la presencia del gasoducto, escasez inminente o recortes del agua ya que la Central Termoeléctrica necesita cantidades ingentes de agua que la zona no tiene (la central necesita 280 litros de agua por segundo), contaminación de ríos por la salida del agua desde la termoeléctrica como agua muerta –es decir, caliente y sin oxígeno- y contaminada, peligros para los habitantes de las zonas más cercanas a las obras, contaminación que acabará en los Ejidos -tierras comunitarias que se trabajan por los habitantes de esa zona-, etc.
Morelos es uno de los estados más pequeños de México con alta densidad poblacional, situado en el centro del país lindando al norte con de México DF y al oeste con el estado de Puebla. En la frontera entre México DF, y los estados de Puebla y Morelos se encuentra el volcán Popocátepetl, muy activo desde el año 1997. Su economía está basada en actividad agrícola y ganadera y existe también industria química, textil, de papel, de cemento y alimentaria así como turística.
La primera fase del Proyecto PIM se quería tener finalizada en noviembre de 2012 y todavía hoy no ha conseguido comenzar su actividad debido a las irregularidades con las que cuentan en la gestión de su apertura a la actividad.
Los dirigentes políticos del país han cambiado diametralmente su opinión respecto a este proyecto en estos últimos años. El partido político de izquierdas Morena –Movimiento de Revolución Nacional- , que vino a relevar a los partidos políticos de derechas en diciembre de 2018, y que ya en 2014 hablaban de que construir una Central Termoeléctrica en Morelos equivalía a montar un basurero en medio de Jerusalén en una clara oposición al proyecto PIM, ahora lo apoyan. El presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) habla de que la obra está tan avanzada que es un desperdicio tener ese dinero inmovilizado y que cada año que el proyecto está parado, el estado pierde 160 millones de euros (4.000 millones de pesos mexicanos). Eso sí, ahora ofrece un caramelo de consolación a los habitantes de la zona, intentando garantizar electricidad algo más barata para ellos.
Los habitantes de la zona, a quien nadie había informado en el año 2009 sobre el comienzo de la construcción de este macroproyecto y las consecuencias que la misma puede acarrear, se han manifestado en numerosas ocasiones, organizándose para hacer frente a este atropello medioambiental. Muchos integrantes de este Frente han recibido amenazas a su integridad y a daños a sus familias por este activismo. Las personas que nos visitaron, Teresa Castellanos, Samantha César y Juan Flores nos dieron testimonio de ello en primera persona el pasado 13 de marzo de 2020 en Zalla.
Se da la circunstancia de que el 20 de febrero de 2019, hace escasamente un año, Samir Flores, activista del Frente de Pueblos en defensa de la tierra y el agua de Morelos, México, quien también había sido objeto de amenazas contra su integridad por su activismo, fue tiroteado a bocajarro en su casa en Amilcingo, Morelos a las 5 de la mañana cuando fue requerido por los integrantes de dos automóviles. Samir Flores, de 36 años, era una de las figuras más visibles contra el Proyecto Integral Morelos (PIM) por su participación en grupos ecologistas e indígenas de la región afectada y fundó la radio Amiltzinko, radio que divulgaba información sobre todo lo relacionado con las obras del PIM y agrupaba gran parte de las personas afectadas. El asesinato se llevó a cabo justo tres días antes de la consulta que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) había puesto en marcha sin ninguna garantía de supervisión del Instituto Nacional Electoral, el órgano independiente encargado de vigilar la buena marcha de cualquier votación vinculante.
Samir Flores, miembro de Frente de Pueblos en defensa de la Tierra y el Agua en Morelos
Las personas que compartieron con Samir Flores la defensa de este proyecto dan fe de que con su asesinato se quisieron acallar las protestas. La consulta no se paralizó y pese a que en Morelos, los municipios más directamente afectados votaron que no al PIM, el resto de municipios más lejanos a las obras votaron a favor del PIM, resultando el cómputo total de los votos amañado por las matemáticas de los políticos, favorable a la puesta en marcha de las obras del proyecto en cuestión.
El activista Samir Flores.
Este asesinato viene a dar testimonio de lo que está pasando en muchas partes del mundo: los intereses económicos con todo lo perjudicial para la población que ello acarrea, se está anteponiendo a las personas cueste lo que cueste. Es precisamente por esta pérdida por lo que los integrantes del Frente de Pueblos en defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, están luchando más activamente si cabe.
Pese a que el proyecto pertenece a la Comisión Federal de Electricidad de México (CFE), éste ha dado la concesión de las obras a tres empresas españolas: Elecnor y Enagas para la construcción del gasoducto de 160 km. y a Abengoa para los trabajos y operativa de las dos centrales termoeléctricas. Y de ahí que la Asociación Frente de Pueblos esté invirtiendo tiempo y esfuerzo en dar a conocer su lucha donde están las sedes de estas empresas.
Los sucesivos gobiernos mexicanos desde el año 2009 están involucrados en sacar el proyecto adelante pese a la oposición popular y pese a los informes técnicos de riesgos que han sido divulgados tanto por Cupreder en 2016 –Centro Universitario de Prevención de Desastres Regionales- como por Cenapred en 2018 –Centro Nacional de Prevención de Desastres- o por el CNDH –Comisión Nacional de Derechos Humanos- ya que no se permitió desde el principio la participación ciudadana en la decisión de llevar a cabo el PIM entre los vecinos afectados por estas obras y actividad.
El cambio de color en el Gobierno en México a finales de 2018 no ha facilitado el cambio que venían prometiendo desde la izquierda, quien sorprendentemente cambió de opinión respecto al PIM nada más llegar al Gobierno. ¿Quién está por delante de quién? ¿Los habitantes de Morelos o el dinero?
Éste es el vídeo que Samantha, Teresa y Juan Carlos grabaron en su paso por Zalla para explicarnos su lucha:
Éste es su facebook: https://www.facebook.com/frentepueblos.pueblatlaxcala/